Según una versión de la leyenda, tras alzarse como el Rey de Bretaña, Arturo fundó su corte en Camelot y se casó con Ginebra, la hija del rey de Leodegrance, quien gobernaba las tierras de Cameilard.
La importancia de su forma circular consistía en que nadie se alzaría como más importante que el otro. Sin presidirla, Arturo solía sentarse también al azar para evitar que los lugares a su lado fueran privilegiados. Sólo había un ‘asiento peligroso’, reservado únicamente para aquel que hallara el cáliz legendario.
Caballeros de la Mesa Redonda y el Grial
Casi cada caballero de la Orden tiene su propia leyenda, muchas relacionadas con sus aventuras para conseguir el Grial. Merlín le encargó a Arturo encontrarlo, así que él envió a sus caballeros por todo el mundo. Lancelot, Gauvain, Perceval, Galahad, Tristán, Gaheris; son sólo algunos de los conocidos como los Doce Grandes, los más grandes caballeros de Bretaña, que forjaron su propio nombre para la posteridad.